Linden Rose tiene reglas para sobrevivir:
1. Evitar las siestas en clase.
2. Nunca cargar demasiadas pertenencias.
3. No intentar destacar.
Sus reglas le garantizan que nadie descubra su secreto: que no tiene hogar y que está viviendo en los pasillos del instituto de su pueblo. Sus mejores amigos, Ham y Seung, han formado una familia improvisada, y escribir para el blog de su escuela previene la inactividad. Cuando eres una persona sin hogar, el tiempo libre apesta. A pesar de todo lo que preocupa a Linden, se aferra a la esperanza de un futuro y de un posible romance con Seung.
Pero cuando Bea, la chica popular, viene a la escuela con un labio roto, el daño toca la fibra sensible de Linden. Empieza a averiguar sobre la vida de Bea, y pronto su investigación causa que la gente preste atención. Y atención es lo último que Linden necesita.
Para detener la violencia, Linden debe contar su historia. Incluso aunque eso rompa sus reglas de supervivencia y ponga en peligro todos los secretos que ha trabajado tan duro para mantener.