Habíamos sido amigos casi toda nuestra vida.
Solo amigos... al menos en el exterior.
Siempre me preocupé por Devon más de lo que debería, quería cosas con él que no ocurrieran entre “solo amigos”.
Hasta que una noche de bebidas cambió eso.
Terminé en la cama de Devon después de un trago de más.
Deseaba poder decir que no recordaba lo que hicimos y fingir ignorancia.
Pero lo sabía.
Recordaba cada momento apasionado y caliente.
Recordaba la forma en que me tocaba, las cosas que me decía con placer.
Las cosas eran diferentes entre nosotros ahora, raras, y por eso me mantuve alejada, sin querer empeorarlas.
Pero parecía que el destino tenía otros planes para mí... para nosotros.
Tuve una aventura de una noche con mi mejor amigo, y tenía un secreto que resultó de ese encuentro.
Estaba embarazada de su bebé.