Bueno, para ser justos, se lo merece. En su decimoctavo cumpleaños, se emborrachó y se lanzó sobre él, causando un gran escándalo en su somnolienta ciudad suburbana.
Ahora todo el mundo piensa que ella es una zorra y él ha desaparecido. Se rumora que ha estado viviendo en las montañas de Colorado, solo y aislado.
Pero Violet va a hacer lo correcto.
Ella lo va a encontrar y lo va a traer de vuelta.
No importa lo cruel y malo que sea, o lo mucho que la lastime con sus maneras frías y abrasivas, ella no se dará por vencida.
Y tampoco pensará en sus tentadores labios, sus esculpidos músculos o sus fuertes manos. Las manos que quiere en su cuerpo, tocándola, sintiendo su piel…
Las manos que le hacen querer olvidar todo y besar a Graham Edwards –el Sr. Edwards, en realidad– de nuevo.
Porque no vas por ahí besando al padre de tu mejor amigo, ¿verdad? Aunque es lo único con lo que sueñas.